Si regresas de la Selva de Irati por Orbaizeta, no dejes de completar tu visita admirando estas construcciones típicas de los pueblos aezkoanos. Servían para guardar el grano, elevándolo del suelo para ponerlo a resguardo de roedores y de la humedad de la planta baja tradicional. Muchos de ellos han sido restaurados en las últimas décadas y lucen el buen estado de conservación que podemos apreciar hoy en día.
Los hórreos de Aezkoa son de tipo pirenaico, tienen tejados a dos aguas casi sin aleros, planta rectangular y paredes de piedra sin labrar. Garaioa, Hiriberri/Villanueva de Aezkoa, Aribe, Aria, Orbara, Orbaitzeta y Garralda conservan ejemplos interesantes, conocidos por los nombres de las casas a las que pertenecen. El más grande en esta zona es el de Casa Domench, en Aribe. El de Casa Larrañeta, en Orbaizeta, todavía mantiene la estructura de madera y los pilares originales. Y el de Reka, en Hiriberri/Villanueva de Aezkoa, por ejemplo, presenta inscripciones en la fachada.
EJEMPLAR ROMÁNICO
Y si te diriges hacia el Valle de Aezkoa por la carretera de Aoiz a Auritz/Burguete atravesarás el Valle de Arce. Imprescindible hacer un desvío breve (señalizado como Lusarreta) para admirar el hórreo románico de esta localidad, atípico por su estilo.